domingo, 12 de abril de 2015

Derrota


Cada vez que va al centro cívico, doña Raquel cruza en diagonal la Plaza de la Constitución, desde Teatinos a Morandé. Cuando pasa frente a la estatua de Allende, suspira al leer la inscripción en el pedestal: “Tengo fe en Chile y su destino”. "Para qué gastarse tanto, Salvador", dice doña Raquel y enumera: el país está hecho a la medida de lo posible, los jóvenes combatientes se convirtieron en viejos complacientes y las grandes alamedas siguen cerradas, reemplazadas por autopistas concesionadas por donde pasan los automovilistas libres, siempre que tengan plata para pagar el TAG.

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